Para evitar envenenamientos no deben ser consumidos en ningún caso, exceptuando el lagarto y la culebra que se les quitará la cabeza.
La víbora es el animal más peligroso, no aparece en esta relación porque tenemos un artículo completo dedicado a ella.
Culebra bastarda: llega a superar los dos metros de longitud, se caracteriza por su color verde parduzco, con escamas grandes y abultadas cejas. Esta culebra es la única de nuestra fauna con veneno, pero un veneno mucho menos activo que el de la víbora. Se recomienda fármacos anti intoxicaciones y la vacuna antitetánica.
Mecanismo venenoso: la glándula venenosa y el sistema de inoculación son muy rudimentarios, tiene los colmillos tóxicos en la parte posterior de la mandíbula superior, que utiliza al abrir la boca y capturar a la presa pequeña, que al pasar por esa zona es inoculada.
Lagarto: sólo hay que temer a su
mordisco, pudiendo producir gran dolor e infecciones. Aquello de que "si
un lagarto te muerde no te suelta", no es cierto. Cuando se produce el
mordisco habrá que lavar bien la herida con agua jabonosa, y posteriormente
desinfectarla. También se recomienda la vacuna antitetánica.
Sapo y Salamandra: sólo tienen veneno segregado en su piel (Saponina).
No es un veneno virulento, pero en contacto con los ojos puede ser muy molesto.
Tendremos que lavar bien la zona afectada por el veneno con agua abundante. Si
dicho veneno llega a los ojos, utilizar colirios y pomadas a base de
corticoides.
Mecanismo venenoso: al
igual que las salamandras tienen unas glándulas en la piel que segregan
sustancias tóxicas que las vuelven desagradables al gusto y venenosas.
Escorpión: su picadura es peligrosa, es de acción neurotóxica,
produciendo grandes dolores y picores en el punto de entrada del veneno. Como
medida preventiva, ya que es un animal nocturno, no deberemos dormir al aire
libre, utilizando tiendas de campaña herméticamente cerradas. No caminaremos
descalzos. Ante la picadura, administrar antihistamínicos, corticoides y
calmantes.
Mecanismo
venenoso: tiene un aguijón unido a dos glándulas venenosas en el extremo
posterior de su cuerpo, el cual está dotado de una excelente movilidad. Cuando
utilizan el veneno en una picadura, necesitan un par de semanas para reponerlo,
por lo que están expuestos a ser capturados, ya que están indefensos.
Araña: todas poseen algo de veneno en su organismo, siendo casi
todas inofensivas para el hombre. Sólo hay que temer a la tarántula, la célebre
"viuda negra", que aparece en terrenos semisecos. Cuando se produce
la mordedura habrá que administrar antihistamínicos, analgésicos y baños de
agua caliente.
Mecanismo venenoso:
poseen dos colmillos a ambos lados de la boca llamados quelíferos, por donde
inyectan el veneno paralizante.
Escolopendra: son los famosos "ciempiés", tienen algo de veneno pero sólo producen tumefacción y enrojecimiento. Ante su mordedura aplicar antihistamínico oral o en pomada.
Escolopendra: son los famosos "ciempiés", tienen algo de veneno pero sólo producen tumefacción y enrojecimiento. Ante su mordedura aplicar antihistamínico oral o en pomada.
Mecanismo venenoso: estos
depredadores nocturnos poseen un par de garras en la parte anterior de su
cuerpo venenosas llamadas forcípulas, con las que matan a sus presas.
Garrapata: también es un arácnido, es el ácaro más grande que existe, es un parásito de cualquier
animal doméstico y de campo, como liebres o jabalís. Se suelen encaramar en los
arbustos esperando el paso del mamífero para saltar sobre él y hospedarse,
clavándole sus mandíbulas para absorber su sangre. Suelen tardar en morder y
engancharse, por lo que estaremos cautos y nos observaremos periódicamente para
tirarlas de nuestro cuerpo mediante un manotazo. Una forma de prevenirlas es
aplicándonos una loción contra insectos. Si se adhiere a la piel desprenderemos
su cabeza con gasolina o una sustancia grasa para que la ahogue y abra la boca.
Después desinfectar la herida con un fármaco. Otra forma muy segura es desprendiéndola de la piel con unas pinzas por las mandíbulas, muy despacio, tardando hasta un minuto, para evitar que se machaque su cuerpo y penetre su toxicidad en la sangre de la víctima. Estos animales pueden ser
portadores de varias enfermedades.
Avispa y Abeja: su veneno no suele llegar a ser peligroso a no ser
que el individuo sea alérgico, en este caso podría llevar incluso a la muerte.
Tras la picadura aplicar hielo y pomadas con amoniaco, también se puede
utilizar barro o arcilla. En individuos alérgicos hay que recurrir a
corticoides y antihistamínicos.
Mecanismo
venenoso: la mayoría de las hembras poseen un aguijón en el extremo
posterior de su cuerpo, que es un aparato modificado que está conectado a una
glándula venenosa y con el que inoculan el veneno.
Oruga: las orugas de pelos urticantes, como por ejemplo la
procesionaria de los pinos, tienen unos largos pelos en su piel que lanzan
cuando se sienten atacados, por lo que no se les debe asustar. También con el
roce pueden producir dermatitis, conjuntivitis, rinitis o alergias
respiratorias. Una vez producido el ataque sacaremos los pelos con esparadrapo,
y lavaremos con antiséptico la zona afectada.
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