Contenidos

"Parece que fue ayer"

Después de veintidós años de experiencia en el campo de la Educación Física, quisiera recordar aquellos momentos que me hicieron feliz con mis alumnos, porque sí, eran mis alumnos.
Escuela Rural de la Dehesa de los Montes. 1991.


Llegaba joven, me habían dicho que era un pueblecito de Loja, que hacía frío en invierno, que allí no residían los profes, todos se desplazaban día tras día hacia Granada o sitios similares civilizados. Al entrar a conocer mi primer claustro el director de la agrupación rural me organiza en un periquete el horario, era algo especial, debía estar cuatro días en Cuesta de la Palma y uno en Dehesa de los Montes. El número de alumnos del centro principal era de 15, mientras que la pequeña escuela "de cortijo" tenía un total de 6 niños.

Los alumnos de la Dehesa.1991
Pronto empecé a ver las necesidades de unos centros perdidos en el bosque mediterráneo, mi ímpetu para poner en práctica el área de educación física me llevó a ver la realidad del lugar donde me encontraba, era algo decepcionante, los recursos eran escasísimos, no tenía instalaciones deportivas, muchas de mis clases estuvieron rodeadas de encinas, arroyos, lavandas y tomillos. Recuerdo en uno de mis desplazamientos en bici a la Dehesa como una gran culebra bastarda me hizo salirme del camino, yo no sabía qué especie era, y prefería apartarme yo antes de que el ofidio se sintiera amenazado.

Este fue el primer curso, yo sí residí allí, allí encontré amigos para toda la vida, allí empezó mi amor por la naturaleza... allí cociné mis primeros pucheros.

Pasaron los años y todo fue evolucionando, cada vez más los recursos eran más que suficientes, unas instalaciones más que aceptables, aunque los que siempre siguieron siendo los mismos fueron los niños, mis queridos niños.

Instalaciones en el 2011
Ahora, en este maravilloso colegio, todo ha cambiado, perdón, a lo mejor no. Esa dehesa de encinas se ha convertido en un espectacular campo de fútbol de césped artificial, ese patio interior es ahora un pabellón deportivo con capacidad para dos mil personas, los juegos de agua en el arroyo son una piscina climatizada que pronto estrenaremos. Y digo yo, ¿me hacía falta esta cantidad y calidad de recursos para impartir mis clases? Creo que no, cualquier alumno de entonces sería en esta época un virtuoso de la agilidad, un niño más que saludable... un alumno cuyo principal componente habría sido el respeto hacia sus iguales, sus profesores y sus padres. En la actualidad a los docentes nos cuesta llegar a esta prioridad, y yo soy el mismo, con los mismos valores, con la misma disciplina, con el mismo cariño.

No quisiera que se entendiera este artículo como una crítica hacia unos recursos inmejorables en un área necesitada de ellos durante muchos años, no. Los niños, que siguen siendo los mismos, deben coger la senda marcada por sus padres y profesores, volver a seguir el sendero correcto, y para eso debemos preocuparnos en casa para que eso ocurra, deben los padres esforzarse para que vuelvan a entrar en dicho sendero, que ya nosotros nos encargaremos de profundizar en esos valores que seguro volverán a resurgir de sus cenizas.
Instalaciones en el 2011

"Por una educación basada en el respeto, los valores de toda la vida y una adecuada salud".