Cercana al pueblo pesquero de la Rábita se encuentra uno de
los monumentos naturales más espectaculares de la Contraviesa, es la llamada
Cala o Playa del Ruso. Para acceder a la misma podemos hacerlo de varias
formas, una de ellas es en piragua dirigiéndonos desde la playa de la Rábita
hacia poniente, bordeando la Punta de su mismo nombre a través de arrecifes
pétreos que nos adentran en pequeñas cuevas azotadas por el rugir del mar.
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Vista desde el sendero |
En
las alturas las gaviotas nos hacen deleitarnos con los acantilados verticales
que ascienden a más de un centenar de metros. En poco más de diez minutos
desembarcamos en la famosa playa nudista, que en épocas invernales se
transforma en una paradisiaca bahía sólo hoyada por multitud de aves marinas
como gaviotas sombrías, patiamarillas y de adouín, aviones roqueros y palomas
bravías que pasan la noche sobre la protección de los tenebrosos cortados.
Otra manera de irrumpir en dicha cala es por la carretera
antigua que sale también de la Rábita y en un fuerte ascenso sobrepasa los
acantilados, para llegar en aproximadamente un kilómetro a la senda que nos
guiará hacia la misma.
En el inicio, un estrecho camino de tierra nos adentra hacia
la montaña, en un continuo zigzagueo entre espartos y pitas nos asoma en cada
una de sus curvas externas a las tremendas paredes verticales que desembocan en
el mar. Es un día de invierno sobre las cuatro de la tarde, los aviones
roqueros no paran de planear a mi altura, cerca tienen sus posaderos y
dormideros que utilizarán para pasar las no muy frías noches de esta Costa
Tropical. Seguimos descendiendo siempre con la imagen de fondo de la cala, un
grupo de gaviotas están posadas sobre la orilla, en un fuerte revoloteo observo
las palomas como esquivan a no sé qué en el aire. Esto me extraña y con una
vista de prismáticos descubro la imagen de un halcón peregrino que otea a gran
altura encima de los acantilados, en pocos segundos desaparece, seguro que mi
presencia le ha hecho desistir en sus posibles presas.
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Manantial del Ruso |
Sigo el descenso, de repente el sendero se introduce en un
espacio resbaladizo de piedra, con cuidado observo que multitud de gotas de
agua caen resudando de toda la montaña, pequeñas estalagmitas y estalactitas
formadas en miles de años adquieren un color anaranjado, como oxidado, posiblemente
por el componente férreo del líquido elemento. La imagen es maravillosa, entre
margaritas marinas y helechos enanos, aquí llamados culantrillos, encuentro el
famoso manantial de aparente agua pura y cristalina. Es un pequeño pilar en el
que el continuo goteo de la diminuta cueva lo rebosa, formando diversas
colonias de musgos que rodean la fuentecilla, generando un microclima húmedo
difícil de encontrar por estas latitudes costeras.
Este manantial es el más meridional de nuestra Sierra, y
posiblemente uno de los más cercanos a África del continente europeo. En él se
han abastecido de agua muchas generaciones, aunque actualmente sea dudosa su
salubridad, ya que en el valle que está justo encima de la cueva existen varios
invernaderos que podrían estar vertiendo residuos que podrían estar llegando a
dicho manantial.
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Cabo de Levante |
Ya cerca de la playa atravieso un pequeño túnel natural de
cañaveras que me hace encender la linterna, ya que en unos pocos metros se
oscurece todo de repente para instantáneamente volver a aparecer la luminosidad
del atardecer. Los grandes chinos costeros masajean los pies al entrar
en su terreno, multitud de huellas sobre la fina arena mojada me lleva hacia
una gran cantidad de plumas de aves marinas amontonadas por los remolinos de viento
en un rincón de la playa. Un grupo de cormoranes salta hacia el mar y sin
tiempo para observarlos se introducen buceando para emerger a unos cincuenta
metros en la lejanía.
La playa de esta pequeña bahía no tiene más de trescientos
metros de longitud, pero en cada uno de sus extremos, tanto el de poniente como
el de levante, las olas rompen contra la roca horadándola, dándole unas formas
abstractas y profundizando en el sustrato más reblandecido por la continua
erosión.
En el cabo de levante se encuentra una ruina de construcción
que da fe de la leyenda real que a su vez da el nombre a esta cala. Está en
alto, a unos dos metros del nivel del mar, en una pequeña covacha de unos cuatro
metros cuadrados, hecha de un muro de piedra erosionada por el mar, pero
levantado este muro sólo unos cuarenta centímetros. Es la morada del famoso
Ruso que vivió en este paradisiaco lugar durante varios años, trabajando en la
próxima Rábita y volviendo a pernoctar a su idílica playa.
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Cabo de Poniente |
En el cabo opuesto del oeste una serie continua de acantilados
oscuros forman un conjunto de grutas de diferentes tamaños que se adentran en
el mar creando imágenes inigualables. En una de ellas vuelve a surgir el agua
cayendo de unos cincuenta metros de altura hasta la misma arena marina. Una multitud
de gotas refrescan el ambiente, que en época estival debe ser el lugar más
demandado por los privilegiados bañistas.
Espero sentado en los chinos hasta que el Sol empieza a
ponerse, la imagen de alguna barca de pesca y los alcatraces soltando sus
arpones contra el agua me dejan unas instantáneas en la retina que ojalá pueda
volver a disfrutar en épocas venideras.
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Gruta al Mediterráneo |
6 comentarios:
Es estupenda la forma de describirlo y las fotografías me encantan. Un saludo.Daniel
Hermosas palabras para un lugar paradisíaco. Gracias por compartir tus experiencias. Fj.
Hola,
Este fin de semana quería acercarme a conocer la cala del ruso, parece un sitio mágico...
no tengo muy claro el acceso a pie... es desde una casa que se ve en lo alto del acantilado?
Algún tipo de señalización?
Carril o sendero?
Peligroso o puedo llevar una niña de 11 años?
Agradeciendo por adelantado tus indicaciones y felicitandote por tu blog.
Saludos
Pablo (marbella)
Pablo, perdona por no contestar antes, es que no he estado disponible. La playa del Ruso es muy fácil de localizar. Desde esa casa que comentas sale un camino a la derecha que te lleva descendiendo hasta la cala, no es peligroso el sendero y os aseguro que os encantará. Es una de las tres playas más bonitas de Granada.
La playa del ruso en la rabita tendría que conocerla todas las personas al menos de España no creo que exista otra igual,particularmente le recomiendo a todos,comer a alguien que tenga aún su pequeño barco de pesca y los pase desde la rabita a la playa.y quede en una hora para el regreso.espero que les guste tanto como me gustaba a mi ace cincuenta y cuatro años
Pero por donde queda me gustaria visitarla el proximo verano o pasame la ubicacion por favor
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