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La Observación de las Aves


Las Migraciones

Una de las formas más prácticas y atractivas para observar a las aves es en el momento de sus pasos migratorios. Generalmente estas migraciones las realizan hacia el Sur en la época otoñal (entre agosto y primeros de noviembre) y hacia el Norte en la estación primaveral (entre marzo y mayo).
Estos desplazamientos los hacen por dos causas fundamentales, la primera y principal por la ausencia de alimento en las tierras que dejan, y la segunda por la adaptación a la temperatura.

La mayoría de las aves migran de noche y descansan de día. Los machos llegan antes que las hembras, para establecer su territorio y tener opciones de emparejamiento.
El conocimiento de las rutas migratorias es fundamental para la observación de las aves.

Las aves planeadoras son animales grandes que no resisten el esfuerzo que supone un vuelo batido muy prolongado, y se tienen que ayudar de corrientes de aire ascendentes. Estas corrientes pueden ser bolsas de aire caliente o térmicas que se elevan en medio de una atmósfera de aire más fría, y se forman cuando la tierra que está justo debajo de ellas ha sido calentada por el Sol. Otras corrientes ascendentes las proporcionan las laderas montañosas cuando el viento choca contra ellas y se desvía hacia arriba.


Este tipo de aves tienen un importante problema al llegar a zonas como el mar, donde estas corrientes ascendentes no existen, por ello deben cruzar por los pasos más estrechos, siendo uno de los pasos de aves más importantes de Europa el Estrecho de Gibraltar andaluz.

Las aves de vuelo batido cruzan por esos mismos estrechos, pero tienen mayor autonomía de vuelo, haciendo escala n islas o barcos para a continuación seguir su recorrido. Muchas de ellas pueden cruzar el Mediterráneo por cualquier lugar de Europa.

Otro tipo de migración es la altitudinal, que consiste en descender de altitud en invierno hacia los valles y tierras bajas, ascendiendo en época estival de nuevo a sus lugares de nidificación.

Momentos del día para la observación

Las mejores horas para la observación son las primeras y últimas del día. Las aves voladoras (vencejos, golondrinas…) se ven a lo largo de todo el día, al igual que las acuáticas, sobre todo las marinas. Las aves planeadoras (rapaces, cigüeñas…) necesitan las corrientes de aire ascendente que antes hemos comentado, y que se forman a partir de una o dos horas tras la salida del Sol.

Dónde ver las aves

En la Península Ibérica existen prácticamente todos los hábitats de las aves europeas, pero los lugares más asequibles para su observación son las zonas de alta montaña, las zonas costeras, las pantanosas y las estepas.

Material imprescindible

Para la técnica de observación de aves necesitamos una serie de implementos que nos serán muy útiles para facilitar cada uno de los momentos extraordinarios en los que nos encontraremos en la naturaleza:

1-Guía de campo con dibujos de buena calidad (mi consejo es “Aves de la Península Ibérica” de Francesc Jutglar y Albert Masó. Ed. Geoplaneta. Barcelona 1999.
2-Binoculares o prismáticos de calidad aceptable. Éstos tienen una numeración (10x50), el primer número indica los aumentos (10) y el segundo el diámetro del objetivo, que nos informa de la luminosidad de la lente (50). Los ideales para la observación de aves está entre los 7 y 10 aumentos, y entre los 40 y 50 de diámetro.

3-Cámara fotográfica, siendo las más aconsejables las réflex con teleobjetivos.
4-Trípode, que será imprescindible para observaciones con telescopio y para algunas fotografías concretas con baja luminosidad o en movimiento.
5-Hides o escondites temporales, que son una especie de tiendas de campaña camufladas pero en forma de prisma rectangular y con huecos de observación. Su función es la colocación de los mismos en un lugar de observación, para mantenerse durante horas en una situación de vigilancia observatoria.
6-Cuaderno de campo, en él deberemos apuntar todo aquello que pueda ser relevante para la investigación ornitológica, siendo los puntos a tratar en los apuntes:
*Localidad de observación.
*Hábitats visitados.
*Fecha.
*Condiciones meteorológicas.
*Visibilidad.
*Otros observadores si los hay.
*Lista de especies observadas.
*Algunos dibujos de las mismas.
*Otros datos de interés puntuales.

Actitud y comportamiento del ornitólogo

Aunque este apartado sea obvio para un defensor de la naturaleza, no está de más recordar que siempre deberemos ser respetuosos con la misma, no interfiriendo jamás en los tiempos y hechos naturales, teniendo un cuidado especial en la época de cría (primavera y verano), recordando que los polluelos caídos del nido habrá que dejarlos sin ningún tipo de acción por nuestra parte, ya que unos serán nidífugos, que nacen cubiertos de plumón y abandonan el nido de inmediato, y otros serán nidícolas, que permanecen en el nido hasta que están emplumados, saltando del mismo todavía con plumón y grandes comisuras en la boca, siendo alimentados por los padres en los alrededores del nido.

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