Esta es una de las mariposas de colores más atractivos que
pueblan nuestra naturaleza. Como todas ellas
pertenece al grupo de insectos de los lepidópteros. Es una especie
paleártica, en su migración atraviesa el Himalaya llegando hasta Japón.
Macaón |
Podemos considerar a los lepidópteros como uno de los grupos
de seres vivos que parecieran “no morir jamás”, realizan en su vida una
metamorfosis completa, pasando de imago (mariposa) a huevo (ova), larva
(oruga), crisálida (pupa) y ninfa.
En su fase de mariposa, la Macaón se le ve volar
sobre las laderas suaves y con vegetación baja, frecuentando también claros de
bosques y zonas de matorral mediterráneo.
Los huevos son depositados en la planta nutricia,
durando su fase unas tres semanas, presentando dichos huevos en uno de sus
polos una pequeña depresión con diminutos canales y orificios, relacionados con
la fecundación y posterior oxigenación del embrión.
Manto (Argynnis paphia) |
Cuando está desarrollado el embrión, se abre camino hacia el
exterior mordiendo la envoltura, siendo éste su primer alimento. Entonces
aparece la larva en forma de oruga. Tienen unas glándulas sericígenas
situadas en el labio inferior de la boca, que ayudan a la oruga a sostenerse en
las hojas mediante una alfombra que fabrica de seda. Tienen también un órgano
retráctil ubicado en el surco dorsal del tórax, llamado osmeterio, y que
produce un olor desagradable que lo utiliza para defenderse de sus predadores.
Otras larvas de mariposas (licénidos) poseen unas glándulas
que segregan un líquido azucarado que atrae a algunas especies de hormigas que
las protegen también de los predadores, llevándoselas a su propio hormiguero
donde a veces crisalidan.
Gran Pavón (Saturnia pyri) |
La larva de la Macaón se alimenta de umbelíferas, sobre todo
de la zanahoria y el hinojo. Cuando la oruga termina su desarrollo deja de
comer y busca un lugar para formar la crisálida, arruga y oscurece su
piel, el cuerpo se contrae y se distiende, la hipodermis segrega una capa de
quitina bajo la vieja cutícula larvaria. Cuando el proceso se completa la piel
larvaria se expulsa mediante movimientos convulsivos, dejando una crisálida con
cutícula blanda que se endurece a cabo de unas horas y en la que se pueden ver
las siluetas de los ojos, antenas, alas y patas.
La forma de la crisálida es sin capullo, se sujeta a la planta cabeza arriba mediante el
cremáster y una especie de faja o brida de seda que rodea a modo de cinturón la
zona torácica. Pasado el invierno el imago rompe la quitina de su encierro y se
cuelga para estirar las alas arrugadas y secarlas al sol, comenzando su nueva
vida.
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