La oruga procesionaria es una de
las fases larvarias de un lepidóptero (mariposa) llamado Thaumetopoea pityocampa.
En fase de mariposa o crisálida no acarrea ningún peligro para el ser humano,
pero una vez en fase larvaria puede tener efectos fatales.
Los individuos adultos en forma de
mariposas se aparean en verano. La hembra pone sus huevos sobre las copas de
los árboles, formando puestas muy características en forma de espiral alrededor
de una o dos acículas. En unos cuarenta días nacen las orugas (en los meses de
septiembre y octubre), que pasan por cinco fases larvarias, en la fase tercera
construyen los nidos, sobre todo en pinos, para pasar el invierno en ellos. En
la quinta fase larvaria (entre febrero y abril), después de alimentarse durante
unos treinta días, bajan del nido en forma de procesión o fila india guiadas
por una larva que originará un adulto hembra para enterrarse en el suelo donde
pasan la fase de crisálida. En verano eclosionan de nuevo y surgen las
mariposas.
Cabeza de larva hembra directora de la fila de procesionaria |
Algunas de estas crisálidas no
podrán continuar su ciclo vital, ya que su peor enemigo a veces las acecha, son
unos hongos llamados Cordiceps militaris que son parásitos de las pupas de la
procesionaria, que al enterrarse son penetradas por esta seta que al crecer
devora la crisálida y acaba con su vida.
Cuando forman los nidos y tienen su máxima etapa de
actividad larvaria habrá que tener mucho cuidado con ellas. Tanto si realizamos
alguna actividad en bosques de pinos donde se observen los nidos, como si las
encontramos en procesionaria por el suelo, no nos acercaremos en demasía a
ellas, ya que en su cuerpo poseen unos mini dardos envenenados llamados
tricomas (cada oruga posee unos 500.000). La forma de estos dardos es muy
efectiva, ya que son como palillos de dientes y en uno de sus extremos tiene
unas pequeñas púas que cuando se clava el dardo hacen que con el movimiento
penetren más aún en la piel. El modesto veneno que poseen junto con la herida
produce infección, picor e irritación de la piel (duran los efectos varios
días, son más intensos el segundo y tercer día), siendo muy peligroso si estos
dardos penetran en los ojos, ya que es muy difícil de expulsar y podría
acarrear incluso perdida funcional de la visión del ojo.
Unión de dos orugas por el contacto peloso |
Los tricomas se dispersan con el aire o con el
contacto de la piel de la oruga, por ello evitaremos estar cerca de estos
nidos, y si los detectamos por el suelo desecharemos la posibilidad de acampar
en esa zona concreta del bosque, protegiéndonos sobre todo los ojos si hace viento en el lugar
donde han sido detectados.
En caso de picadura se intentarán quitar los dardos
con cinta adhesiva o esparadrapo, para después untar una crema de corticoides.
2 comentarios:
Las larvas no solo son un peligro para los bosques, sino también para nuestras mascotas (al ingerirlas pueden causar la muerte). Pero a pesar de ello, existen tratamientos y medidas de prevención para evitar que estos brotes de procesionaria se conviertan en plagas. Nos vemos y saludos
Quisiera agregar que la procesionaria del pino en décadas pasadas no era una problemática, esto se presentó debido al cambio climático y factores antropogénicos.
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